Nunca habíamos vivido algo igual. La pandemia del COVID-19 está poniendo del revés nuestro mundo, y está modificando nuestro día a día. Esto supone un cambio de prioridades y de mentalidad, que directa o indirectamente nos afectará a todos, y nos hará cambiar de rumbo.
Más allá de las consecuencias sanitarias y sociales, los profesionales, las familias, las empresas y las organizaciones, nos enfrentamos a una realidad desconocida e incierta, que pone a prueba nuestras capacidades.
En este contexto se hace necesario hacer una parada para pensar, reenfocar, y así poder avanzar con paso firme. Es tiempo de coronavirus: es tiempo de stop, think and go.
¿Por dónde empezamos?
1. Lo urgente: el corto plazo. Gestión inmediata de la crisis
Para dar una respuesta eficaz a esta nueva situación, vamos a tener que tomar decisiones transcendentes todos los días. Sí, es el momento de ser valientes, pero con cabeza.
Para ello podemos aplicar el siguiente proceso: análisis de puntos clave, identificación de prioridades, toma decisiones, comunicación, implementación y revisión.
Cada organización es diferente y a cada una le afectará de manera distinta esta crisis… ¿Esperar?, controlar los tiempos también es una opción, no hace falta cambiarlo todo.
2. Lo importante: mirada al medio-largo plazo. Prepararnos para la situación post-crisis
Ahora es cuando debemos sacar a la luz nuestra reserva de habilidades estratégicas. No sabemos cómo ni cuando, pero lo que es seguro es que la tempestad pasará, y para entonces debemos estar preparados para salir ahí fuera con fuerzas renovadas y planes adaptados. Si no estamos bien preparados, será tarde para improvisar.
Debemos aprovechar este tiempo para revisar, ajustar y reenfocar determinadas líneas estratégicas, y equilibrar las distintas partes de nuestra organización para adecuarnos al nuevo escenario.
Apoyarse en canvas y herramientas visuales, puede ayudarnos a adquirir una visión de conjunto amplia y precisa, y nos ayudará a identificar en el mapa los hitos más relevantes de esta aventura.
3. Lo extra: Detectar oportunidades
También hay hueco para crecer y descubrir oportunidades en esta crisis. Recordar experiencias de aprendizaje previas nos puede ayudar a visualizar cómo hemos afrontado y crecido en otras situaciones complejas. Una buena combinación de análisis, intuición y creatividad nos pueden llevar muy lejos en este contexto.
Busquemos el tiempo, los datos, la inspiración, y la ayuda necesaria para hacerlo, y pongámonos a ello.
Unos últimos consejos:
1. Más que nunca, seamos empáticos. Pongámonos en la piel de nuestra audiencia (empleados, clientes, colaboradores...) para identificar qué necesitan, y ofrecérselo antes de que nos lo pidan.
2. Apoyémonos en herramientas y técnicas que nos ayuden a analizar y tomar decisiones de forma ágil y eficaz. Sin duda, todo apoyo visual será de gran ayuda.
3. ¡Comunica, comunica, y comunica! La falta de información genera inseguridad, y de eso vamos ya sobrados en este contexto. Toma la iniciativa, haz un esfuerzo en mantener una comunicación fluida y genera confianza.