Hay algo inverosímil en la combinación de imagen real y dibujo, una sorprendente interacción entre texturas que cobra vida dentro de los márgenes del fotograma. En Dibujario reflexionamos sobre las posibilidades de esta exuberante mezcla en el mundo audiovisual.
¿De verdad está el pato Donald bailando samba con seres humanos de carne y hueso?… Fui testigo de este “histórico acontecimiento” cuando era niño durante la reposición en cine de Los tres caballeros, una producción Disney de 1944 en la que los dibujos animados se mezclan con imágenes reales. El gran interés de los más pequeños por el cartoon se explica en gran parte por la intensidad de sus colores (luz), la estridencia de los efectos de audio (sonido) y su acción alocada (movimiento). Diría que ver al pato Donald integrado en “el mundo real” multiplicaba ese interés por mil. Tras esta experiencia iniciática con el mestizaje de texturas, recuerdo disfrutar de trucos parecidos en las excelentes Mary Poppins (R. Stevenson, 1964), La bruja novata (R. Stevenson 1971), o ¿Quién engañó a Roger Rabbit? (R.Zemeckis, 1988).
En Dibujario también nos gusta aprovechar las oportunidades en las que podemos combinar live action y animación. Son varias las producciones en las que hemos echado mano de este recurso con resultados gratificantes. No en vano sigue siendo una técnica vigente, como hemos comprobado recientemente en un spot de Michelin que ha gustado mucho en nuestro estudio. En este anuncio, los neumáticos de caucho de diferentes medios de transporte han sido sustituidos por ruedas dibujadas en blanco (¡que simple y eficaz!) provocando el asombro de los transeúntes allá por donde pasan. Los neumáticos, concebidos en blanco neutro y disociados de la iluminación de la escena filmada, producen un fuerte contraste sobre la imagen fotográfica. Por otra parte, la amplia gama de ruedas y tamaños (una bici, un tractor, un tren, un avión que despega…) dan cuenta de la gran variedad de productos de la marca con el mismo recurso. Aquí os dejamos esta pequeña virguería: